El Gobierno tiene ¢7.200 millones destinados a la compra de vacunas contra el COVID-19.
Se trata de un adelanto para poder tener recursos disponibles cuando las vacunas estén listas y a la venta en el mercado internacional.
Esta partida se incluye dentro del tercer presupuesto extraordinario, que se presenta este lunes en la Asamblea Legislativa.
Los recursos son asignados al Ministerio de Salud con el fin de que sean transferidos a la Comisión Nacional de Emergencias (CNE), que tiene mecanismos más expeditos para realizar la compra.
Esos ¢7.200 millones provienen de ahorros en intereses que se han realizado en la gestión de la deuda interna y externa, gracias a créditos más beneficiosos para Costa Rica que se han aprobado con el aval de la Asamblea Legislativa para cambiar deuda cara por otra más barata.
Así, los recursos para comprar vacunas se cubren con una rebaja en la partida de intereses de títulos de valores de largo plazo, en virtud de que se ha generado espacio por la mejora de la gestión de la deuda, el proceso de empréstitos internacionales y la menor presión de rendimiento en la colocación de títulos internos.
Por su parte el Ministerio de Salud, la Caja Costarricense del Seguro Social y el Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto analizan seis vacunas, recibiendo información técnica y de logística de cada uno de los seis laboratorios: AstraZeneca, Pfizer, Sinovac, Sinofarm, Moderna y el desarrollo ruso Sputnik V.
Valorando tiempos de entrega del producto, como se ha indicado anteriormente, en primera instancia se vacunará a aquellos grupos de riesgo y personal de primera respuesta. La definición de población vulnerable se realiza según lo establecido por la Comisión Nacional de Vacunas. Todos los productos de los que se ha recibido información son para mayores de 18 años.
El país, además de establecer el contrato con la o las farmacéuticas seleccionadas, se sumará al acuerdo COVAX, mecanismo internacional impulsado por la OMS para asegurar acceso a la vacunas COVID-19.