Todo el sistema de salud del país se ha visto retado desde el inicio de la pandemia por COVID-19 en marzo del 2020, y el Hospital Dr. Fernando Escalante Pradilla no es la excepción.
Sobredemanda de hospitalizaciones, gestión de recursos para poder dar abasto, traslado de pacientes a otros centros médicos, inversiones gigantescas en equipo y el costo moral, emocional y psicológico de ver morir a muchas personas por causa de un pequeño, pero aún desconocido virus.
Por esa razón, en 88 Stereo quisimos entrevistar a la Dra. Joicy Solís Castro, Directora Médica del Hospital de Pérez Zeledón, para conocer cuál es la realidad de nuestro hospital generaleño, y de esos héroes anónimos que atienden durante horas y horas a pacientes que luchan por su vida contra el embate del COVID-19.
CAPACIDAD INSTALADA PARA COVID-19:
Solís Castro explicó que el centro médico tiene 67 camas destinadas a la atención de COVID-19, eso significa una tercera parte del hospital dedicado a la atención de la pandemia.
Respecto a la hospitalización en Cuidados Intensivos, indicó que hasta ayer por la tarde, las camas de UCI severo estaban todas ocupadas, y había disponible una cama de UCI crítico.
Por otro lado, en UCI moderados hay capacidad de 38 camas y hasta el día de ayer había 22 pacientes.
La médico explicó que también hay camas COVID-19 disponibles en Ginecología y Obstetricia (para mujeres que llegan al parto con el virus), y en Pediatría y Neonatología (para brindar una atención especializada a niños con la enfermedad).
Pese a contar con toda esta capacidad instalada, durante los momentos más críticos de la pandemia, el Hospital ha tenido que trasladar pacientes a centros médicos de la GAM. En total, desde el día en que inició la pandemia a la fecha, se han trasladado 248 pacientes.
Pero también el Hospital Escalante Pradilla ha tenido que servir de soporte y apoyo para los demás hospitales y clínicas de la Región Brunca, recibiendo 196 pacientes, especialmente desde Buenos Aires.
Finalmente, la jerarca del hospital explicó que aún no le han negado la hospitalización a ninguna persona con COVID-19 que lo amerite, pero sí han sobrepasado la capacidad instalada del hospital colocando hasta 15 camillas adicionales.
«Si no nos hemos negado a recibir un paciente para hospitalizar, pero como un recargo; y se sabía que teníamos que con el mismo personal ver más pacientes… lo que sí nos ha pasado es tener que elegir a quién vemos primero y a quién después (dependiendo de la gravedad de su condición)», aclaró.
